Por medio el programa de Prevención de la Conflictividad Juvenil se logró la articulación de una estrategia de convivencia entre la comunidad y jóvenes del sector.

Ante algunas diferencias surgidas por el uso del parque y la concha acústica, especialmente entre jóvenes y residentes del sector, se activó un proceso de acercamiento y escucha con los habitantes del barrio y de zonas vecinas como Ciudadela Cuarta Etapa y Las Cayenas. La prioridad fue abrir espacios de diálogo donde todos pudieran expresar sus puntos de vista y construir soluciones de forma colectiva.
Este proceso permitió alcanzar acuerdos comunitarios que hoy se traducen en el uso armónico y compartido del parque, las canchas y la concha acústica. Más allá de resolver una situación puntual, se fortaleció una cultura de convivencia basada en el respeto, el cuidado del entorno y la corresponsabilidad ciudadana.
Dentro de los resultados obtenidos de estos espacios de diálogo y escucha social, los vecinos reafirmaron su compromiso con una jornada comunitaria que incluyó almuerzo colectivo, limpieza del parque, juegos y actividades recreativas. Un gesto simbólico que selló una alianza por la sana convivencia y dejó claro que, cuando hay voluntad de diálogo, es posible transformar el entorno en un lugar de encuentro para todos.